martes, 7 de diciembre de 2010

Ciclo (tímica)


Es como aprender a caminar.
Das el primer paso y te tiemblan las piernas
y llega el segundo, y el tercero. Después el cuarto
y ¡pum!, te fuiste de boca casi sin darte cuenta
pero alguien lo notó y te lo hizo notar.
Pero no te importó y volviste a estar de pie.
Apoyaste las manos en el piso, flexionaste los brazos,
te pusiste de cuclillas e intentaste hacer fuerza hacia arriba.
Pero a medio levantar, la multitud volvió a tirarte
como quien dice "de culo" por acá, en el Sur.
Frunciste las cejas y te levantaste, esta vez con más fuerza
y decidida a todo, al todo por el todo...incluso a perderlo todo.
El primer intento falló, ahora estás de pie
pero parece que nada te conforma, que nada te sostiene,
que nada te pertenece porque es como si nada existiera.
Sentís que no va más y que la apuesta no dará frutos.
Y los empujás. Y caen uno por uno. Y los mirás.
Pero siempre te caracterizaste por esa debilidad
que siempre te obliga a pensar en el otro.
Esa mirada altruista que más de una vez te dejó en Pampa y la vía
como novio reincidente y corazón tibio.
Como comida recalentada y hasta como café a medio tomar.
De esos cafés que te hacen conocer secretos.
Y de pura incrédula los ayudás a levantarse
en ese no lugar en el que estás tan a gusto.
Los ayudaste, sacudieron sus ropas y siguieron caminando.
Y diste un par de pasos y como quien dice acá en el Sur
"de culo" volviste a caer.

Imagen: Campamundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Vos decís?