miércoles, 17 de julio de 2013

Actividad para un día cualquiera

El amor es un juego de valientes. No cualquiera está preparado para empatar. Es más fácil aceptar perder. Es más fácil aceptar ganar. Pero el amor no es un juego individual. Como mínimo se juega de a dos. Las reglas son infinitas, son tantas que da la sensación de que en realidad no existen. Pero implica cuestiones universales, tan así que a veces nos cuesta interpretarlas. El amor implica valor, implica coraje, convicción. Si vas a jugar tenés que ser fuerte. Si te vas a mantener a un costado, tenés que saber que va a ser él quien quiera sumarte al juego de alguien más. Todos jugamos alguna vez. Todos sentimos que perdimos alguna vez. Todos sentimos que alguna vez ganamos. Pero no hicimos más que empatar. No hicimos más que caminar con alguien. O esperar a la próxima partida. Alguna vez yo también aprendí de él. Y así fue que sigo jugando, sin miedo. El amor es un juego al que cualquiera debería arriesgarse.

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